viernes, 27 de junio de 2014

42 por qués para correr la San Fermín Marathon

¿Por qué correré la San Fermín Marathon?


1.-Porque es en la ciudad donde nací.
2.-Porque me gusta mi ciudad.
3.-Porque mi ciudad, si tiene un maratón aun me gusta más.
4.-Porque a los que vengan a correr les gustará mi ciudad.
5.-Porque es la primera edición.
6.-Porque esa camiseta de la primera edición debe estar en mi armario.
7.-Porque la meta está a 300 metros de mi casa.
8.-Porque la salida está aún más cerca.
9.-Porque la organización está haciendo todo con cariño y ojalá con acierto.
10.-Porque la organización nos ha escuchado a los populares.
11.-Porque me gusta que no haya premios en metálico y sí una cena para todos los que lleguemos a meta.
12.-Porque si va a haber 3.200 corredores, ¿cómo no iba a estar el Novatillo?
13.-Porque si corrí en Valencia y en Rotterdam ¿cómo no al lado de casa?
14.-Porque dicen que no hay dos (maratones) sin tres.
15.-Porque mis dos medallas de maratón dicen estar muy solas.
16.-Porque una vez más correré con mi gorra fosfy.
17.-Porque una vez más correré con mi camiseta del reto Dravet.
18.-Porque una vez más nos juntaremos un buen grupo de corredores "con la morada del reto Dravet".
19.-Porque sabemos que eso les reconfortará a los padres de los niños Dravet.
20.-Porque pasaremos al lado del cementerio y recordaré a quienes no me podrán ver.
21.-Porque pasaremos cerca de mi colegio y recordaré aquellos exámenes de Educación Física.
22.-Porque pasaremos por allí donde en el segundo entrenamiento de mi vida tuve que echar a andar.
23.-Porque pasaremos por el parque de los galgos donde tantos kilómetros he hecho.
24.-Porque cuando las piernas duelan y las fuerzas flaqueen pasaremos por mi barrio
25.-Porque esa noche la ciudad será para nosotros.
26.-Porque en Pamplona siempre hay manitas para chocar.
27.-Porque cuando bajemos la cuesta del callejón sabremos que no queda nada para Sanfermín.
28.-Porque si correr un maratón es bonito, hacerlo en tu ciudad debe ser el no va más.
29.-Porque ese día San Fermín trasnochará y nos echará su capotico.
30.-Porque si hemos corrido por el callejón delante de los toros podremos correr también sin ellos.
31.-Porque esta vez mi madre sí sabe que corro.
32.-Porque habrá familiares animándonos en el recorrido.
33.-Porque habrá amigos animándonos en el recorrido.
34.-Porque espero que los pamploneses entiendan que esto es bueno para la ciudad.
35.-Porque vienen a correr unos amigos de Valencia y tengo ganas de verlos.
36.-Porque vienen a correr unos amigos de Madrid y tengo ganas de verlos.
37.-Por los abrazos que me dará la Novatilla en la salida.
38.-Por el abrazo, mayor aún que nos daremos en la meta.
39.-Porque en Pamplona por Sanfermín acogemos a todos incluso a un griego que se llama Filípides.
40.-Porque Pamplona bien vale una maratón.
42.-Porque me apetece mucho cumplir ese compromiso y correr este maratón así.



Podría daros otros 195 motivos más. Pero creo que ya es suficiente. Creo que ha quedado claro que la noche de mañana será una noche muy bonita por muchos motivos.

Nos leemos a la vuelta de mi tercer maratón.


jueves, 19 de junio de 2014

Un "casi podium" contra la leucemia

Seguro que a nadie le suena el nombre de Eduardo Domezáin. Quizás ni siquiera a los navarros. De hecho yo tampoco lo conocí. Eduardo falleció en septiembre de 2008. A los 23 años. Víctima de una leucemia. Pero no antes sin luchar. Desde que diagnosticaron su enfermedad, su madre, Gloria, emprendió en Navarra una gran campaña mediática para convencer a la sociedad a hacerse donante de órganos, y en especial, de médula ósea.

Al final la leucemia ganó la batalla. No dio tiempo para hallar una médula compatible. Pero el trabajo de su madre no fue en balde. Tras su caso, el número de personas inscritas en el registro de donantes de médula ósea en Navarra se cuadruplicó. Recuerdo, en aquellos días, colas de gente, en su mayoría mujeres, esperando en el Banco de Sangre para hacerse donantes.

Poco tiempo después, su madre creó una asociación denominada DOMENA, Donantes de Médula de Navarra. Y una de las formas que idearon para dar visibilidad a la asociación fue, realizar una carrera popular. Una de esas que a mi me gustan. De las que el 100% del importe de la inscripción va a la organización.

Me encanta el cartel de este año. 
Nada de gente corriendo ni zapatillas. 
Una simple explicación



La Carrera contra la Leucemia es un clásico para los Novatillos. 4 ediciones ha tenido y en las 4 hemos estado presentes. Este año tampoco podíamos faltar. Pero este año fue diferente. La gorra fosfy hizó de galga. O mejor dicho de liebre. Una amiga, tras otear el panorama de participación, decidió darse vida y atacar el pódium femenino de la carrera.

¿Dónde está Novatilla?


Y si la fosfy hace de liebre... yo con ella. Como Fosfyovejuna. Salimos como los buenos, de la parte delantera del pelotón. Con un ojo vigilaba a nuestros rivales y con el otro observaba el ritmo de mi amiga. Cuando la gorrita pasó el primer km en 4'37'' supe que aquello iba en serio. Además, ya éramos terceras. Habría que darse caña para seguir a la fosfy y a mi amiga.

El segundo kilómetro se iniciaba en subida. Ahí cazó la fosfy a la segunda clasificada. Novatillo utilizó entonces sus malas artes. Aprovechando que unos niños nos animaban, le dio un poco de palique a la rival, que tampoco iba muy sobrada para una conversación en aeróbico. Sólo unos metros más adelante la segunda clasificaba claudicaba al brillo de la fosfy. ¡Ya éramos segundas!

A partir de ahí, todo fue más sencillo. Sencillo y divertido. La fosfy marcabe el ritmo. Forzando pero controlando. Mejorando poco a poco ritmos. Exigiéndonos desde su posición privilegiada. Pero sin asfixiar a sus acompañantes. La primera clasificada se nos iba para adelante poco a poco. Era de otro nivel. De otra guerra.

Los dos últimos kilómetros apretamos aún un poco más y nuestros ritmos se fueron por debajo de 4'30''/km. De vez en cuando la fosfy daba algún consejo. Dejaba pasar en una curva o aflojaba en una cuesta. Como una veterana. Ahí ya, los tres sabíamos que habría podium. Sólo quedó esperar a que llegara el arco de meta. Y dejar a mi amiga pasar para que celebrara su segundo puesto.



Incluso al fotógrafo le pilló por sorpresa 
la velocidad a la que nos trajo la fosfy
¡¡SEGUNDAS CLASIFICADAS!!


La fosfy hizo un auténtico carrerón guiándonos a buen ritmo. Y lo de mi amiga ni os cuento. Fueron casi 4.500 metros a 4'31''/km. Me hizo vivir una carrera diferente. Probablemente el día que estaré más cerca de un podio. Tan cerca, tan cerca que nuestra  amiga regaló a la Novatilla las flores que recibió en el podio... Gracias a la generosidad de nuestra amiga y al buen hacer fosfy.

Las flores del podium, ahora propiedad de la Novatilla


RECORDATORIO. Para registrase como donante de médula sólo hay que ir al Banco de Sangre más cercano y solicitarlo. Te extran 3 tubitos de sangre que analizarán y archivarán para conocer tu compatibilidad. Tus datos pasan a una red mundial de donantes (REDMO). Si en algún momento hay algún enfermo compatible, te avisarán y con un proceso de extracción de sangre indoloro y de sólo unas 3 horas de duración podremos salvar una vida. Más información en la Fundación Josep Carreras 

lunes, 16 de junio de 2014

La fosfy de alquiler

En el inicio fue el pre-Novatillismo. Lo típico. Un niño movido y deportista. Un joven de los que bebían y bebían, incluso cuando no tenían sed. Algún trote de domingo para sacar la resaca... Con la vida laboral las zapas cogieron polvo....Hasta que un día, como San Pablo, me caí del caballo. Y empecé a salir a correr de contínuo.

Ahí nació el Novatillo. En un famoso foro de internet. Foroatletismo. ¿Qué nick podía elegir? Era un tipo que en su parque a 6.15/km se quería morir. Alguien para el que completar 5kms era un triunfo. Y que entró en aquel foro porque no sabía nada sobre esto del correr, era un Novatillo total. Estaba claro. Nick y persona estábamos hechos el uno para el otro.

Pero ella aún no existía. Yo era un Novatillo incompleto. Era un Novatillo de cabeza al aire. Novatillo desmonterado. Novatilla, quién si no, dió en la clave. Ella aún no era corredora. Era una sufridora sujeta-chaquetas en línea de meta. Y claro, sólo los sujeta-chaquetas saben lo difícil que es distinguir al tuyo entre ese arco-iris de lycras de colores.

Una tarde Novatilla apareció por casa con el regalo que marcaría la historia del Novatillismo. La gorrita fosfy.

A partir de ahí la evolución fue la lógica. Novatillo, espoleado por la fosfy se enganchó perdidamente a correr. Y comenzó el Diógenes del dorsal. La típica actitud del novato. Apuntarse a todas las carreras que le pillaban cerca. Esta porque es plana, aquella porque la camiseta mola y la de más allá porque es en el barrio. Con todas había una excusa, "ad hoc" para pillar su dorsal.

El resto ya lo conocéis. La Novatilla la que cayó en las garras de esta droga del correr. Empezamos a prodigarnos con las medias maratones, hasta que una de 42(,195) nos pidió de salir. La muy fresca...Y a ese ofrecimiento de la cuarentona caímos los dos.

Pero ahora siento que mucho de aquello ha cambiado. Tengo mis metas pero ya no me lanzo a por MMP en cada carrera que corro. Cada vez me importa menos lo que ponga en el cronómetro. Me importan más otras cosas, mejores, que nos trae el running. Cada vez me divierte más la parte social de este tema. Por eso, últimamente la fofy también ha evolucionado. Se ha convertido, ahí es nada, en una fosfy de alquiler.

Hace dos domingos, en Laredo, la fosfy acompañó a un amigo durante 21 kms en su asalto a su primera maratón. Nos marcamos un ritmo de 4'45''/km. Ahí estuvo la fosfy, citada al efecto, cumpliendo como un reloj. Nos hicimos 21km clavando el ritmo. A partir de ahí, mi amigo, luchando contra el calor, consiguió terminar la maratón en un espectacular 3h25' para un novato.

Sobre el asfalto de Laredo, sobre todos y entre todos, la fosfy de alquiler


Y este pasado sábado, la fosfy repitió sus andanzas haciendo de liebre para una amiga en una carrera solidaria cerquita de Pamplona. Pero esa carrera, que tanto me gusta, os la explico despacio en la siguiente entrada.

Por lo que ella me cuenta, la fosfy le ha cogido el gusto a esto de convertirse en acompañante, liebre, o fosfy de alquiler, como le queráis llamar. Lo mismo le da por repetir. No me extrañaría. 

martes, 3 de junio de 2014

Las castas del running

Pongo poco la tele. Me aburre. El otro día la puse un rato y apareció el famoso político "de la coleta". No entraré a valorar lo que decía. Pero me llamó la atención que hablaba mucho de "la casta". Casta era una palabra que se había quedado cogiendo polvo en un rincón de mi cerebro. La tenía descatalogada. Fue, escucharla y ponerme a divagar, como no.
 
 
Para casta, la Castafiore de los libros de Tintín.
 
¿A qué se refería con casta? ¿A una chica que se niega a cometer actos impuros? Ejem, ejem, creo que a eso no... Había que solucionarlo. Cometí ese error que nunca cometería un niño del plan Bolonia. Abrí el diccionario. Y encontré el significado al que se refería.
 
 
Casta: En la India, grupo social de una unidad étnica mayor
que se diferencia por su rango, que impone la endogamia y
donde la pertenencia es un derecho de nacimiento.
 
 
Pero, doy fe,  de que esto de las castas son cosa sólo de la India. De hecho mi parque está lleno de castas. Diferentes rangos de corredores, totalmente endogámicos, con un importante sentimiento de pertenencia.
 
 
Los brahmanes son la casta más alta. Dicen que nacieron de la boca de Brahmá, aunque creo que nacieron de sus piernas. Son esos corredores que salen de la primera fila en las carreras. Y en las primeras líneas de la clasificación. Los que te pasan y repasan mil veces en un entreno. Son fáciles de distinguir. Espigados, de fácil zancada y ritmo alto. La expresión "técnica de carrera" se inventó viéndoles correr. Tienden a agruparse entre ellos y mantener animadas conversaciones en ritmos a los que tu contestarías con un argghhh, o con un bufffff. Muchos son buenos hijos de Brahmá y te saludan al pasar. Si hay suerte, y vas en aeróbico, podrás devolverles el saludo.
 
 
Los chatrías son la casta política-militar. Salieron de los hombros de Brahmá. Y se nota. Indumentaria trailera. De marca especializada. Pañuelo en la cabeza, gafas de sol, mochila e incluso camelback. Recuerdan a un desertor de la guerra de Vietnam. O a una peli rollo Lawrence de Arabia. A los asfalteros, su mirada killer nos flipa. Nos hace apartarnos a un lado en su camino. Bueno, eso, y los ritmazos que gastan...
 
 
Los vaishias son la clase media del running local. Cuentan que se formaron de las caderas de Brahmá. Parte de lo que flota por encima de las caderas puede ser el motivo de su afición. De ritmos variados y ropa multicolor, son el grueso del pelotón. Los reconocerás fácilmente. Son los que visten la camiseta de la última carrera local. Aunque tienen una camiseta fetiche, la de la próxima Behobia. Han ido a recogerla el primer día y casi sin sacarla de la bolsa ya la llevan puesta. Eso sí, la lucen con un orgullo muy de clase media del pelotón.
 
 
Los shudrás provienen de los pies de Brahmá. Son los obreros del parque. Ellas visten camisetas de algodón o mejor aún, sudadera de la "Universitá di Roma". Ellos, camiseta de un equipo de fútbol, que no sea Osasuna, a poder ser extranjero. Los ritmos pesados, los rostros sonrojados y el tamaño de los auriculares los determinan como shudrás. Pero no os fiéis. Esta clase es capaz de huir fácilmente de la endogamia. Más de un shudrá he visto yo convertido, con el tiempo y los kilómetros, en vaishia o en chatria.
 
 
Por último os podría hablar de los intocables, los parias, o los invisibles. Son esa casta que siempre está entrenando por el parque y luego nunca están en carreras populares. Son el ejemplo del "corro porque me apetece", del "y vosotros ¿qué mirais?" o del "cuando corría yo aquí hace 10 años no estabais ni la mitad". Muchos salen a correr cuando en el parque ha anochecido, aumentando su leyenda. Son la casta  oculta del running. Pero haberlos, haylos.
 
 
Pero queda la última casta. La de los tapados. Quizás sean un mito, quizás sean realidad. Dicen que en mi parque en ocasiones se ve a un tío flaco que corre bajo una gorra amarillo fosforito. Parece que nació de la batamanta de Brahmá. También dice la leyenda que le quedan 25 días para un maratón. Y que, en ocasiones,  se le ve haciendo cuestas sin parar por el recorrido del San Fermín Marathon. Pero puede que sea una leyenda. No se le conocen ni entrenos, ni ritmos, ni planes de carrera. Nada de nada. Un ejemplar de libro de la casta de los tapados. Nacido de la batamanta de Brahmá.
 
 
Por eso, cuando el sábado pasado el señor ese de la coleta de la tele se alteraba tanto hablando de "la casta", creo que no hablaba de brahmanes, ni de chatrias, ni de vaishias, ni de sudrás. Creo que estaba pensando en algo así como más fosfy...