San Sebastián es una ciudad con tres playas y tres montes. El monte Urgull, Ulía e Igueldo. Cuando yo era niño, ir a Igueldo era un sueño. Tenía un ¡¡¡parque de atracciones!!!. Era un parque pequeñito, con muy pocas atracciones pero muchísimo más divertido que lo poco que ofrecía la casposa Pamplona de la época.
Creo que fui al parque un par de veces. Las dos con el colegio. Era toda una aventura. Íbamos 100 kilómetros en autobús. Luego subíamos al parque en un funicular. Corriendo a las taquillas y para adentro. Recuerdo que había un estanque con barcas, algún tiro a pichón, carruseles y un martillo para forzudos. Pero lo que más molaba de todo aquello era "la montaña suiza".
La Oreja de Van Gogh grabando un videoclip en "la montaña suiza".
¿Qué era la montaña suiza? Pues una montaña rusa de toda la vida, pero con otro nombre. Bueno y con vagones de madera pintados de colorines. ¿Y por qué se llamaba suiza? Dicen que, como fue construida en tiempo de la dictadura, no se le podía llamar rusa. No podían asumir que el divertimento viniera de un país comunista. Le pusieron nombre de invento helvético y solucionado. Ni que decir tiene que cada vez que fuimos nos subiamos una y mil veces a ese invento centroeuropeo...
Mi preparación para el maratón de Valencia me recuerda a aquellas excursiones a Igeldo. Decides el viaje. Bajas del funicular con toda la ilusión del mundo y te plantas en el día 1 de entreno. Sientes los nervios de no saber cómo irán cayendo los entrenos. Con el miedo de que, de repente, la montaña suiza te mande para abajo de golpe. Pero confiando en que volverá a subir.
Intentas mirar el paisaje, la bahía de la Concha, la playa de Ondarreta, y no centrarte sólo en el trayecto. Lees blogs de maratonianos, consultas cosas, hablas con unos y con otros. Pero la montaña suiza tiene su propio recorrido. A veces hay subidas, y a veces bajadas. Y en los entrenos igual hay días que suben y días que bajan.
Como podéis imaginar, esta semana la montaña suiza está abajo. Pero no pasa nada. Esto es asi. Tras el 10km del domingo, el martes me costó sacar 15kms en sub5 y ayer las #milmanerasdemorir (4*2000) fueron un despropósito en el que no me pude arrimar al 4'30''. Calor, cansancio, suma de kilómetros. No sé. Habría que mirarlo despacio.
Pero dicen que esto es maratón. Nadie dijo que fuera fácil. Mañana tengo buena medicina. Una ración de "running social". Y el domingo, tirada larga. Como mandan los cánones. Seguro que la montaña suiza comienza a subir. Y empieza ese cosquilleo en la barriga. Ese que sentíamos de pequeño cuando empezaba a moverse. Ese mismo que sentiremos el 17-N en la salida de Valencia.
La Bahia de la Concha desde Igueldo
PD1 Hace poco estuve en Igueldo. Está como lo recordaba. Hay a quien le pueda parecer decadente, pero sólo las vistas de la bahía de la Concha desde ahí valen la pena.
PD2. El 6 de octubre, Triku, un club donostiarra de triatlón femenino, organiza el "I Donostia 3M" . Una carrera popular en la que se suben los tres montes de la ciudad. Algún año habrá que ir.