Pongámonos en una fecha...
Hoy es 19 de febrero son las
9:30 de la mañana y acabo de llegar a Kyoto, y aunque cansadísima una sonrisa
se dibuja en mi cara.
Siempre, desde pequeña, me ha
gustado viajar. Siempre uno de los países a los que me hubiese gustado ir, era Japón, y ¿qué mejor
excusa que ir a correr un maratón allí?
Por eso este viaje y este
maratón para mi eran especiales, y preparé ambas cosas con muchos meses de
antelación. Mi objetivo, como siempre disfrutar y guardar un gran recuerdo de
esta carrera
Lo primero que hicimos ese
día, fue acercarnos a la feria del corredor a recoger nuestros dorsales. Y en
ese mismo momento, nos dimos cuenta que ya todo era diferente
Una gran organización con
sus colas...Cómo les gustan a los japoneses hacer cola para todo.
Novatillo, de rojo, esperando
en su cola de runners extranjeros
Un montón de voluntarios
para ayudarnos en cada momento en todo lo que necesitábamos
La feria era una locura,
como es todo en ese país, muchísima gente, muchos gritaban, anunciando cosas que estaban a la venta... pero muchísimo
ambiente. A mi que me gusta mucho sacarme fotos, aproveche para hacerme amiga y
sacar fotos con todas las mascotas que encontré... Que no fueron pocas...
Unas pocas mascotas
Ahora que ya teníamos el
dorsal solo nos faltaba esperar al domingo a las 9:00 para dar comienzo al
maratón
Perfecta la organización para todo. Aunque la salida estaba en un lugar un poco retirado, desde el hotel teníamos un tren que nos llevaría
directamente a la salida.
Al ser la carrera en línea, con la salida y meta en sitios distintos,
debíamos entregar las bolsas con nuestra ropa en unos camiones que nos
llevarían la ropa a la meta. (junto con el dorsal nos habían
entregado una estas bolsas)
Había muchos baños, pero aún y con todo, la cola era interminable. Justo me dio para hacer las fotos de rigor con
Novatillo y desearnos suerte
Vestidos discretamente
Aquí estamos, integrados totalmente
en la “cultura nipona”
Cada uno nos fuimos a nuestro
cajón, y empezaron las ceremonias previas a la maratón
Escuchando las palabras del alcalde de Kyoto en la salida
Y yo mientras hacíamos tiempo a
la salida de mi cajón me entretuve sacándome fotos, así de relajada y contenta
estaba….
La tensión reflejada en mi rostro... jajajaj
Nada más cruzar la línea de
salida compruebo que esta maratón va a ser diferente a las demás. Todo el mundo
corre en silencio y en solitario, no hay parejas, no hay grupos de amigos… aquí
cada uno se enfrenta cara a cara con la maratón
Pero también será diferente
por la fiesta que se monta en el público, no había visto nunca nada igual
Las vistas preciosas, pero además... un montón de público
Muchísimos grupos de
animación, muchísimo público, todos quieren chocar las manos!!!! Choqué hasta la
patita de un perrito!!!! Mucha gente con disfrazada, aquí la gente vive la
maratón como todo un acontecimiento y los 42 km son una auténtica fiesta
Y claro, yo me vengo arriba
Hasta la media maratón
disfrute de la carrera, pero luego había muchos giros y cruces con otras partes
de la carrera, y desde ahí hasta el final sufrí muchísimo. No creo que fuese
que estaba mal entrenada, me hacía mucha ilusión correr allí y entrené como
nunca lo había hecho, para mi que fue la paliza del viaje y el cambio de horas,
pero notaba que mis piernas no avanzaban más y se me hizo eterna...
No es por buscar una excusa, pero la salida era a las 09.00horas, que para nuestro cuerpo españolito ¡¡eran las 01.00horas de la madrugada!!
Justo cuando pasé por
delante del ayuntamiento, después de esta foto... (mi cara de felicidad es porque antes de cada puesto de fotografía había carteles avisándonos de que venían fotos...)
Me puse a caminar, aunque
fueron solo unos metros, me sentí fatal. Entonces fue cuando apreté los dientes
y pensé que si había ido hasta allí lo único que podía hacer era llegar hasta
el final
Por eso mi cara de felicidad
al cruzar la meta
y unos metros después
encontrarme con Novatillo que me estaba esperado para hacernos juntos la foto
con la medalla
¡¡¡Nos regalaron una toalla FINISHER super chula!!!
Si alguien piensa en correr
está maratón se lo recomiendo 100%, no es un recorrido bonito, pero lo viven
con tanta intensidad que hacen que sea una maratón única y una experiencia
imborrable
La organización perfecta, es
imposible perderse, todo está super indicado, donde están los fotógrafos, los
avituallamientos, los WC… miles de voluntarios, super atentos con nosotros,
pendientes de que todo saldría perfecto
Me llevo un gran recuerdo de
todos ellos