Al fondo, muy al fondo suena un cañonazo. Una salva.
No hay música estruendosa. Nada de heavy a todo trapo. Nada de "Higway to hell". Nada de puños al aire. Música para la reflexión. Para la concentración. Suena una base rítmica de tambores. 12.000 maratonianos caminan hacia delante. Rostros seríos. Quizás miedo. Quizás concentración. Quizás respeto. Quizás una mezcla de todo.
El corredor de la izquierda se gira, y mirándome a los ojos me dice "Good luck!". Sonrío. Respondo. Caminamos más rápido. Comenzamos a trotar. Ahí está la salida. Comienza mi segundo maratón. Arrancamos.
PRE-SALIDA.
Cometo un error. Grave. Me daré cuenta kilómetros más adelante. Poniéndome trágico diría que es un error que echa al traste 4 meses de entrenos. O al menos que ha echado al traste una mejor marca. Pero eso nunca se sabrá. Decir eso sería hacer historia-ficción... Eso sí, el que espere quejas y lágrimas, que vaya saliendo de esta entrada. Correr y terminar un maratón nunca es motivo de tristeza. Es un triunfo. Y de los grandes. Al lío.
KM 0. Arrancamos. Ante mí un universo "oranje". Banderas, cornetas, carracas. Todo naranja. Todo muy "oranje". Como en los partidos de fútbol de la selección de Holanda. Mucha animación. Algarabía. Carne de gallina, no puedo evitarlo. Esto es maratón. Tras 16 semanas de entrenos, a veces duras, ha llegado el día. Ese día que está apuntado en el calendario de la cocina. Sólo son 7 letras. MARATÓN
Enseguida me encuentro a la Novatilla. Me alegra encontrármela. Pero significa algo. ERROR. Ella salía en el corral F. Yo en el E. Si la he adelantado quiere decir que he salido atrás. Muy atrás. Habrá que ir para adelante. Como en Valencia. Calma.
Impresionante el puente Erasmo
KM5. 27'34'' (36 seg peor que en Valencia) "Follow the Leader, leader, leader, follow the leader. ¡Sígueme!".
Todo pinta mal. No me quiero agobiar. Esto no parece una carrera. Es como la cadeneta en la que la gente baila en las bodas. Sólo falta el "Follow the leader". Y llevar la corbatas por la cabeza mientras agarras de los hombros al de delante. Voy muy lento. Más lento de lo que quiero. Recorrido estrecho. Poco sitio para adelantar. Me digo "No te precipites, esto es muy largo, habrá tiempo". Pero voy a a tirones. Hay espacio... me sale el km a 5.15. Hay atasco... vuelvo a 5.45. Tirones y maratón. No mola.
KM10. 54'09'' (1'16'' peor que en Valencia). "Debo hacer más el Novatillo hamster. Ganaré en paciencia"
Nunca tuve paciencia conmigo mismo. Por eso hago el "Novatillo Hamster" Para fortalecer mi mente. Sigue el atasco. Empiezo a culpabilizarme. "Tenías que haber salido antes del hotel". "Tenías que haber cogido sitio en el cajón". "No vas a hacer la marca que tenías en las piernas". Dinámica negativa. Tampoco mola. Pero sigo en las mismas. Efecto acordeón. Seguimos a tirones. Si hay espacio aprieto. Si no, freno.
Según marathon-photos.com debo estar por ahí. Yo no me encuentro entre el mogollón
KM15. 1h20'42'' (2'20'' peor que en Valencia) "Tanta coña con el #sub4h... para esto".
El atasco aumenta. Es como la carretera a Valencia en Operación Salida. Levanto la mirada. Tiene un motivo. Al fondo... la liebre de 4h. Rodeada de una multitud. Multitud de holandeses. ¿Sabéis de qué tamaño son los holandeses? ¿De 2x2?. Igual me quedo corto. Para mi novatilla y escasa estatura... aquello era un muro infranqueable. Sólo con arrimarme a aquella masa de gente... se hacía de noche. Anochecer en Rotterdam... a las 10 de la mañana
Tanto vacilar con el #sub4h... Ahora la liebre de 4h es mi enemigo. Se me quedan muchos segundos adelantando. Demasiados. Buscando huecos. Acelerando, frenando... Al menos noto que tengo buenas piernas. Pero he tardado casi dos kilómetros en superar a la liebre.
MEDIA MARATÓN. 1.54.37. (2'25'' peor que en Valencia) "Novatillo, estás gilipollas".
No sé si es que hay más huecos. No sé si es que hay más público. No sé por qué... Algo hace "clic" en mi cabeza. Llevo media carrera amargándome. Y no es justo. Ni siquiera conmigo mismo. A ver, Novatillo... has entrenado cuatro meses. Has llegado a la salida. Has llegado a la media. Es tu momento de disfrutar. "Novatillo, estás gilipollas". "Déjate de agonías. Corre y disfruta, corre y disfruta"... Y a eso me dedico. A mirar al público. A disfrutar. A chocar unas manitas. Vamos para adelante.
KM25. 2.10.50. (1'50'' peor que en Valencia) "Vuelve Novatillo vuelve... vuelve a tu hogar".
Con el cambio de mentalidad soy un corredor nuevo. Comienza el Novatillo en estado puro. Pulgar al aire al público. Aplausos a los grupos de animación. Manitas chocadas. Veo una bandera asturiana y les grito "Puxa Asturies". A los de la ikurriña un poco más adelante les digo "Gora Euskadi!". También la lío un poco. Un runner delante lleva una camiseta que pone "Valencia". Le digo "Amunt Valencia!" y me dice... "¡¡eh, que yo soy del Levante!". Ups... error... me he equivocado en el sentimiento futbolero de alguien...
Soy un Novatillo nuevo
KM30. 2.35.07. (1' peor que en Valencia). "Sólo queda una bala, ¿la uso?"
Voy bien de piernas. Seguimos por una zona céntrica. Me doy un atracón de chocar manitas. Sigo disfrutando. De vez en cuando miro mi dorsal buscando motivación. Ahí pone "Rotterdam Marathon". Y no me lo creo. Yo, un tipo al que hace 3 años se le atragantaba una media. Yo que hace un año pensaba que eso de la maratón era "para mayores", para vosotros. No para mi. Y ahí estaba corriendo maratón. Corriendo y disfrutando.
Saco un cálculo. Habría que apretar bastante ¿Intento mejorar la marca de Valencia o no? En estos casos siempre aplico una frase. "Prefiero arrepentirme de lo he hecho, que arrepentirme de lo que he dejado de hacer". Por tanto, me lanzo al ataque.
KM35. 2.59.15. (8'' peor que en Valencia). "Conversaciones con el del mazo. Banco Sabadell".
Estamos entrando en "Mazolandia". El barrio donde habita el señor ese del que me habláis tanto los maratonianos. En Valencia, no vivía. En Rotterdam sí que debía estar por ahí. Aunque creo que no le caí demasiado bien. De pronto corre a mi lado. No corre poco el chaval. Yo iba a algo menos de 5'/km y el me empezó a seguir enseguida. Comenzamos nuestras "Conversaciones Banco de Sabadell".
- Novatillo, ¿no te encuentras mal?
- Tío del mazo, no seas canso.
- En serio, ¿por qué no aflojas un poquito?
- Aflojaría, pero esta pantalla llena de números de la muñeca no entiende de paradas.
- Bueno allá tú, si ahora no aflojas te esperaré más adelante.
- Eso sólo si eres capaz de correr tan rápido como yo. ¡Toma chuliqueo!
Uyyyy, se me está poniendo mala carita.
KM40. 3.24.44. (4'' mejor que en Valencia). "La maratón no es cosa de chuliqueos".
Pero allá por el kilómetro 40 descubro que la maratón no es cosa de chuliqueos. Sé que sólo quedan dos kilómetros pero tengo que pararme en el avituallamiento. Tengo mucha sed y estoy demasiado cansado para seguir corriendo sub 5'. Paro 10 segundos. Cojo aire y continúo. Ha llegado ese momento en el que sabes que no harás MMP. Y no te importa un carajo.
Entonces acomodo el paso. Y me dedico sólo a disfrutar. Sé que se me van un poco los tiempos. Pero es mi momento. Ese que he estado esperando durante meses. Ese que da sentido a 16 semanas de entrenos. Ese que he visualizado cuando hacía el "Novatillo hamster" o cuando tenia que sacar el chubasquero del armario para correr bajo la lluvia de Mordor.
Terminar una maratón nunca será para mí un momento triste. Con carne de gallina me voy acercando al arco de meta. Vuelve a asaltarme una sensación que ya viví en Valencia. Mi cuerpo está cansado, muy cansado, pero no quiero que se acabe la carrera.
Terminar un maratón siempre es un momento de celebración
Al paso por la línea de meta el reloj marca 3.36.17. Eso son 32'' más que en Valencia. Pero ya nada importa. Soy un vencedor. He entrenado mucho y bien. He llegado a la salida. He llegado a la meta. He peleado contra muchas cosas y he conseguido una gran victoria.
Mientras una voluntaria me coloca la medalla pienso una frase que he recordado muchas veces últimamente. "Si alguien me dice hace un año que tendría dos maratones en 3.36, me hubiese reído de su locura".
Ya sólo queda otra cosa. Una cosa preciosa. Algo que da un gran sentido a esto del correr. Esperar en la meta a que llegue otra campeona. La Novatilla, que también consiguió su segunda medalla de maratón en Rotterdam.
Las medallas de dos en dos molan más.
Para quien le guste los números, ahí van mis parciales
El 28 de junio, intentaré terminar mi tercer maratón. Tengo una cita con Filípides, con mi ciudad, con viejos y nuevos amigos. Tengo mucha ilusión. Ilusión porque mi ciudad de provincias se convierta en escenario de una maratón. Ya ha comenzado una nueva etapa, camino de mi tercer maratón. Adios Rotterdam Marathon, bienvenido San Fermín Marathon.