martes, 24 de mayo de 2016

Para esto sirve correr.


Eran las 08.00 horas de la mañana.
 
 
Había sido una noche dura. Estos sillones de hospital no están hechos para dormir. Ni los pitidos de los monitores de los boxes de alrededor. Ni mucho menos "el personal" que entraba ingresado en observación un domingo de madrugada. Gente con "gasolina súper", con mucho ímpetu, demasiado, para esas horas...
 
 
¿Por qué?
 
 
Porque, la señora que pone nombre a mi blog había entrado en Urgencias sobre las 18.00 horas. Un dolor abdominal. Diagnóstico no muy claro. Una prueba tras otra nos iban tranquilizando. "No hemos visto nada", "Está limpio"... El electro, el scanner, todo era respondido con la misma frase de los doctores de urgencias "Es normal, no hemos visto nada raro".
 
 
La medicación fue poco a poco abriéndose paso frente al dolor. Pero tocaba noche en observación, "por si acaso". Pero si el dolor remite mañana por la mañana la mandamos a casa.
 
 
Y tocó noche en observación, e intentar dormir en aquel sillón. Y la medicación trabajó, y el dolor cedió. Y en cuanto vinieron a relevarme en mi función de acompañante pensé...
 
 
"¿Y si me voy a correr la media maratón de Pamplona?... total, ella está bien, yo no estoy tan cansado, y tengo comprado el dorsal hace días".
 
 
Y a las 08.00 salía del hospital.
Y a las 08.15 llegaba a casa.
Y a las 08.30 recién desayunado veía todo mejor.
Y a las 08.35 me tumbaba un poco delante de la tele.
Y a las 09.00 decía... "igual salgo a ver la salida, total, salen al lado de casa".
Y a las 09.30 me ponía la ropa de deporte, engándome, "corro una vuelta (10km) y me retiro", mientras me metía un gel en el bolsillo, por si acaso...
 
Y a las 10.00, en la salida, César me decía "Voy a ir a por 1.50 horas ¿te vienes?"



Y a las 10.25 estaba mi sobrina en el recorrido...



Y a las 10.55 terminábamos la primera vuelta...
y seguimos corriendo
 
 


Y a las 11.48 Alex nos sacó este fotón



Y cuando el reloj marcaba exactamente 1.50... entrábamos en meta
(véase que pierdo claramente el sprint "a cara perro")



Y más o menos cuando llegaba a meta, a la señora que pone nombre a mi blog le daban el alta diciéndole que había sido un pequeño cólico sin mayor importancia...



Y una vez más descubrí, para qué sirve correr, para una ducha de higiene mental a veces tan necesaria... Para esto sirve correr. Sin necesidad de gadgets, ni de severos entrenos, ni de extenuantes miradas al cronómetro... Correr, sin más.



PD. Millones de gracias a César que me ayudó a correr esa MM sin recordar las preocupaciones del momento.


7 comentarios:

  1. Lo primero, me alegro que tú madre este bien.
    Lo segundo me alegro que nos lo cuentes.
    No suelo comentar nunca, pero oye que te leo!!!

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  2. Esa Sra que pone nombre a tu blog es muy grande! Q porq lo sé? Porq tiene un gran hijo! Me alegro q todo ok (los hospitales no molan, aunq trabajes en uno, se dé lo q hablas) y me alegro por las sensaciones al correr, por cm disfrutas y nos haces disfrutar, a los q corremos o leemos contigo!

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  3. Me alegro que todo quedara en un susto y sí en muchos casos el correr es liberador.

    Un fuerte abrazo

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  4. Una entrada muy emotiva. Gracias por compartir tu momento.
    No dejes el blog, este mundo del correr sería algo peor sin tus historias.
    Un abrazo

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  5. Si es que no hay mejor terapia que unos kilómetros, me alegra que sólo haya sido un pequeño susto.

    http://jewelrunner.blogspot.com

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  6. Menos mal que sólo fue un susto, Novatillo.
    Para mi correr ya hace mucho que básicamente es salud mental. Así me salen esos resultados tan chuchuríos... jaja
    Un beso

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  7. Es la esencia del correr...liberación mental!! todo lo demás es añadiduría! me alegro mucho que tu madre este bien! :)
    bss
    Tania

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