miércoles, 10 de agosto de 2011

Estimado corredor de rojo:



Estimado corredor de rojo:

Anoche compartíamos parque. No me di cuenta hasta que te tenía 30 metros delante. Camiseta roja, mallas oscuras, mp3 en los oidos... Allí estabas tú entrenando.

Mi ritmo, levemente más rápido, nos fue acercando, poco a poco, sin ninguna prisa. Tú, corrías siguiendo tus motivaciones, yo, las mías que seguro que eran similares.

Poco a poco, la distancia que nos separaba se fue cerrando. Cada vez mi pecho estaba más cerca de tu espalda. Cuando estábamos casi a la par en un estrecho sendero, un momento de descanso de tu música hizo que oyeras mis pasos sobre la gravilla, te giraste y entonces comenzó lo inesperado.

Cambiaste el ritmo, acelerándolo, evitando mi adelantamiento. Me sacaste unos metros. Yo no lo entendí y continué a lo mío. Pero mi ritmo volvía a ser ligeramente más rápido. En cuanto llegué a tu lado, volviste a hacerlo. Desde entonces, en cuatro o cinco ocasiones, cada vez que mi ritmo me llevó a tu lado, viví lo mismo, acelerones por tu parte, para no ser rebasado.

¿Y por qué te escribo? Porque no te entiendo. Estábamos entrenando, en un parque. Disfrutando de nuestro deporte. Pero no entiendo tu actitud. Aquello no era un River-Boca, no era una carrera Senna-Prost, ni siquiera éramos Gebrselassie y Kenenisa Bekele en la final del 10.000 del Mundial de París de 2003. Sólo éramos dos aficionados, rodando a duras penas a 5'/km.

Para terminar te contaré una historia. En Semana Santa corrí una media maratón en Albi (Francia). El último kilómetro picaba para arriba y se me hizo interminable. Estaba yo con mi sufrimiento cuando un corredor que me adelantaba con paso fácil me gritó "allez allez" para animarme. Eso me dio las fuerzas para llegar hasta meta. Un corredor, un buen corredor, había desperdiciado parte de sus fuerzas para dedicarme esas 10 letras que tanto bien me hicieron.

Por eso, quiero dar las gracias a Martin Fiz, Diego García y Alberto Juzdado por ese ejemplo que nos dieron en la meta de aquel Europeo de Helsinki. Ahí te dejo la foto.

Nos vemos por el parque.




11 comentarios:

  1. En el parque donde yo corro ocurren cosas parecidas. Hay gente que no entiende el concepto de "entrenar". Yo soy más de tu estilo, me pongo los cascos, me marco el ritmo y a correr. Solo compito con mi reloj para mantener el ritmo que quiero llevar, de resto me da todo un poco igual...

    ResponderEliminar
  2. El orgullo, amigo, el orgullo, que es tan puñetero...

    ResponderEliminar
  3. Eso te pasó por ser bueno y darle "vidilla". La próxima vez impón tu ley, métete unas buenas series de 1.000 y pásalo como un rayo, que se acojone, que tiemble, que ni por un segundo se le ocurra acelerar, que se contente con lo que tiene. Demuéstrale quién manda la próxima vez, porque volverás a encontrarte con él en otro duelo bajo el sol.

    ResponderEliminar
  4. Haber si nos enteramos que somos`populares, , y no nos olvidamos de disfrutar en cada momento de los entrenos, que cada uno valla como quiera y incordiemos lo menos posible,saludos

    ResponderEliminar
  5. Tiene su puntito... Pero hay corredores que se lo toman demasiado a rajatabla. Lo que puede ser un pique entre compañeros puede acabar como una competición a lo bestia.
    La próxima vez prueba, lo mismo acabáis tomándoos unas cervezas y todo.

    pd: POr una extraña razón, mi blog ha dejado de actualizarse en los vuestros. EStoy en la oscuridad desde hace tres días :( Estoy muy triste...

    ResponderEliminar
  6. Esto refuerza aún más mi teoría de que en el running también hay cretinos, como en todos lados. Sin desearle mal a nadie, lo que a esa clase de gente le hace falta es una buena punzada en el lateral del estómago que lo deje sin respiración durante un tiempo que le sirva de cura de humildad...
    La próxima vez que lo veas, sonríele. A esa gente es lo que más le jode, entre otras cosas porque hace tiempo que ellos no lo hacen...

    Salud!

    ResponderEliminar
  7. Yo no era, tengo camiseta roja, corro en ese parque (eso creo)pero por las noches no. Yo soy más de poner la zancadilla

    ResponderEliminar
  8. a ver si lo que pasa es que estaba haciendo farleck..ejejejeje

    ResponderEliminar
  9. En el fondo todos somos "un poco" competitivos, tenemos que reconocerlo. Mientras no te escupa al pasar tiene derecho a cambiar su ritmo.
    Yo haría lo que dice Gonzalo(lo he hecho más de una vez) a cambiar el ritmo aun más y pasarlo. Si no, quedarme a su altura y presentarme..también lo he hecho en más de una ocasión y el resultado reconozco que ha sido mejor...un nuevo amigo runner y entreno en compañía!

    ResponderEliminar
  10. No, si hay cada uno queeeee,..pero bueno,..mejor no hacerles mucho caso. Lo del Allez, allez, lo oigo yo casi todos los días ya que entreno con un francés,...curioso que después de venirme a tomar por saco a vivir a Panamá tenga que tener al lado un vecino francés y encima que corre,...manda hue....jejeje


    Un abrazo y te sigo,
    FER

    ResponderEliminar
  11. Bueno, eso a mi no me pasa, porque normalmente suelo ser el rebasado jeje, y mas aun desde que entreno a ritmos lentos muy lentos con esto de los 100 km.

    ResponderEliminar