viernes, 25 de noviembre de 2011

¿Alguien ha visto un cochino con branquias?

Bastó con una mirada. Ellas me deseaban, yo a ellas también. Sabíamos lo que cada uno buscaba del otro. Todo fue como nos gusta. Rápido, intenso, sin preámbulos. Diez minutos más tarde mis zapatillas y yo estábamos en el parque de los galgos disfrutando del tibio sol de este otoño primaveral.

El plan, furtivamente ideado, estaba claro. Un cochinero. Sin más. Tal cual. Pero claro, para correr hay que respirar, y para respirar hay que tener boca y nariz libres. Mi nariz estaba colonizada completamente de una masa mucosa. Como si se licuara mi cerebro. ¿Tendré otra forma de respirar? ¿Alguien ha visto un cochino con branquias?

El principio fue terrible. La no finalizada digestión, la pesadez de piernas y los problemas para respirar pasaron factura. Las sensaciones fueron como para mandarlo todo a paseo, abandonar y volver a casa. Nadie dijo que esto fuera a ser fácil.

Novatillo cabezón, cabezón, comenzó a completar vueltas a su parque, aún desgalguizado, por lo temprano de la hora. Con esfuerzó completó la primera vuelta (3100 metros) en 16'15''. Poco a poco un proceso interno fue despertando los músculos, las fibras, fue descochinerizando el cuerpo para acabar la segunda vuelta en 16'01''.

La descochinerización pareció irreversible cuando ya en la tercera vuelta volvieron sensaciones pre-catarrro. Respirando como un caballo en plena carrera, con la boca abierta, afortunadamente el señor Flato se olvidó de mi. Poco a poco todo fue engrasando para terminar la tercera y penúltima vuelta en 15'42''.

En estas condiciones ¿existe vida sub 5'/km? El cochino que respiraba por las branquias apretó en la última vuelta para conocer la respuesta. Y la respuesta fue afirmativa. Una última vuelta en 15'19'' culminó un entreno que empezó cochinero, cochinero y terminó totalmente descochinerizado. Como en los viejos tiempos.

Vamos  volviendo a la calma. El domingo intentaré una tirada larga como Dios manda, en tiempo y forma

6 comentarios:

  1. Bien Novatillo, da igual que comiences con el ritmo cochinero y termines con el jamelguero, (joer que palabros) lo importante es que no abandonaste y seguiste ahí luchando y al final deduzco que acabaste mas contento que un niño con zapatos nuevos. Animo para esa tirada del domingo.

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  2. me voy a hacer un cochinero con barro pero sin agua. luego te cuento jajajaja. Saludos

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  3. Si yo te contara...desde la operación de nariz he sido un humano con branquias, y conozco perfectamente las sensaciones que cuentas. Al final te acostumbras, pero es duro tener una napia como la mía y no poder utilizarla en condiciones...jajaja
    buen entreno en esas circunstancias, el esfuerzo es lo que cuenta.

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  4. Es muy duro entrenar con la nariz taponada, aún así buen entrenamiento.

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  5. Lo bueno es que esos buenos entrenos sanan :-)
    bss
    Tania

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  6. El que es un galgo lo es incluso con mocos... :P

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