"Protegidos por la luna
cogieron prestado un coche
me dejaron en mi queli
y se borraron
'Por las venas de la noche
enrrollate y haznos una copla guapa
de las tuyas'
me gritaron"
cogieron prestado un coche
me dejaron en mi queli
y se borraron
'Por las venas de la noche
enrrollate y haznos una copla guapa
de las tuyas'
me gritaron"
Pacto entre caballeros. Joaquin Sabina-Pancho Varona. 1987
Ola de calor. Hoy llegaremos a los 37 grados. Si salgo a correr a mi hora habitual, habrá más de 30 grados. No puedo con el calor. ¡¡ 30 grados!! A mi me suena a la temperatura de la lavadora de color o a la graduación de algún licorcillo que alguna vez ha caído. Pero de correr a esas temperaturas, nada de nada.
Había que poner una solución.
Son las 05.45 horas. Suena el despertador. Novatillo desayuna algo ligero. Despereza a las zapatillas que duermen en la caja y sale a correr. Protegido por la luna. La ciudad empieza a salir del letargo. Un par de repartidores, un chico paseando un perro, gente camino del trabajo, todos miran a ese Novatillo que empieza a cubrir kilómetros. 20º grados de temperatura. Así sí se puede correr.
Llegado al parque casi todos los aspersores están funcionando. Me llevo algún remojón, pero no resulta desagradable. Conforme pasan las vueltas, y va poco a poco amaneciendo, el parque se puebla de corredores. Se ve poco, lo justo para esquivar algún obstáculo ya de siempre conocido en el parque.
Hoy quiero rodar suave, soltar las piernas tras la tirada larga del lunes. Además, salir tan de mañana me ha robado 12 horas de descanso para las piernas, no quiero forzar. Como mucho estaré una hora.
Sigue amaneciendo, sigo corriendo en penumbra. Me cruzo con un grupo de 4 runners. ¿Saldrán todos los días a esta hora? ¡qué merito tienen!. Son las 06.30 horas. De repente pasa lo inesperado. Paso por una zona de obras. Hay poca luz. Me tropiezo con un pie de hormigón para sujetar una valla. Lo han puesto fatal, de tal forma que la valla no cubre el pie de hormigón, sino que sobresale bastante.
No sé si ha sido por esquivar a una señora con la que me acabo de cruzar, por mi miopía, por la hora que es, por la poca luz o por mi poca pericia, pero me he caido un trompazo fenomenal. RECUENTO DE DAÑOS. Golpes en sendas rodillas con raspazos varios, pequeños raspazos en las manos, un agujero en las mallas. Fin de entreno y vuelta para casa. Han sido 8 kilómetros en 42 minutos.
Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Si esto es cierto, aunque corra protegido por la luna, a mi me queda aún otro piñazo más donde aquella maldita valla.
Ahora mismo, de cintura para abajo me duele todo, excepto eso en lo que estáis pensando. Pero podía haber sido peor, sólo ha sido "chapa y pintura", en dos o tres días, creo que estaré como nuevo.
Hay que verle el lado bueno. Hoy habrá 37 grados. A estas horas ya luzco bermudas y mis heriditas al aire. La mar de sexy me queda...
Seguiremos informando.
Gajes del oficio, yo una vez en Tenerife una vez que tenían que operar a mi mujer y salía a correr muy temprano (sobre las seis) me quedé tumbado en el suelo como esos futbolistas que celebran los goles tirándose de pecho a la hierba.
ResponderEliminarMientras solo sea chapa y pintura como tu dices....
ResponderEliminarSi te sirve de consuelo, ayer salí a correr a las 8 PM con 34º y solo aguanté 22 minutos, no podía más, creía que me derretía. Me fui a casa achicharrado y de mal humor.
Saludos!!!!
Y además cuando luzcas tus heridad, pon voz de mucha, mucha pena para que se "apiaden" de ti y te hagan mimos y te traigan la cerveza y todas esas cosas...
ResponderEliminarUn saludo.
Cuida esas heridas. Los 4 con los que te encontraste a las 6:30 son habituales a esas horas, los he visto muchas veces (también en invierno).
ResponderEliminarEspero que te recuperes pronto y puedas seguir entrenando con normalidad. Donde yo corro lo complicado es esquivar a todos los perros que hay y que tienen la manía de meterse en medio. A mas de un corredor lo he visto con cara de poco amigos morder el polvo en el suelo...
ResponderEliminarAunque yo prefiero el calor a madrugar, hay que reconocer que la sensación de tener los "deberes hechos" a las 8 de la mañana es muy gratificante, incluso sin heridas de guerra.
ResponderEliminarYo también conozco a los 4, van tooooodos los días y son muy buenos, consuélate yo también estaba corriendo a esas horas un poco más lejos
ResponderEliminarVaya casualidad, ayer también me pegué un buen piñazo..tropecé con una piedra y salí volando, literalmente. Me cogió la noche y me despisté con el terreno. Menos mal que fue lo mismo, chapa y pintura...de hecho esta mañana he salido a rodar casi sin problemas.
ResponderEliminarEspero que lo tuyo sea parecido.
Eso pasa en las mejores familias , un dia por esos caminos de Dios iva yo tan feliz y cuando medi cuenta estaba en el suelo con la rodilla sangrando, ni me entere,saludos
ResponderEliminarVaya, menos mal que no fue grave la cosa y quedaste entero. Yo creo que son gajes del oficio. A todos y todas nos ha pasado alguna vez. A mi me pasó nada más empezár a correr. Caí clavando las dos rodillas sobre los adoquines de la acera. Casi me mareo del golpe. Me volvi a casa sin entrenar, je,je
ResponderEliminarOjalá estés pronto como nuevo! Ya verás como no se repite y esto queda como una anecdota que contar en algún blog ;D!