Samia Yusuf Omar cometió el mismo pecado que muchos millones de hombres y mujeres sobre la tierra. Nació pobre. Con mucho esfuerzo fue superando dificultades hasta llegar a entrenar duro en el destruido estadio de Mogadiscio para preparar unos Juegos Olímpicos.
Hija de una vendedora de frutas y huérfana de un padre muerto en el conflicto somalí, al fin, en 2008 y con sólo 17 años, cumplió su sueño. Recibió una invitación del COI para correr los 200 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Pekín. Incluso fue la abanderada de su país en la ceremonia inaugural de aquellos Juegos.
El día de su carrera, conmovió a todo el público del estadio olímpico llegando en solitario a la meta, con 10 segundos de retraso respecto al resto de las atletas de su serie.
"Ha sido una experiencia bellísima, he portado la bandera de mi país, he desfilado con miles de atletas del mundo", expresó Samia tras su experiencia olímpica al volver a Mogadiscio.
Según el "Corriere della Sera" la atleta se embarcó este verano en una patera para intentar llegar a Italia y seguir su carrera deportiva ante la falta de fondos de su país. Incluso cuenta que su madre llegó a vender un pequeño terreno para sufragarle los gastos del viaje.
Sin embargo, Samia murió, a la edad de 21 años, durante la travesía en patera que debería llevarle desde Libia a Italia. Su tierra prometida.
Leí la noticia ayer y me impresionó, gracias por compartirla
ResponderEliminarEl deshidratado de la mochila verde era yo, en mi caso fue mi hija mayor la que me llevó a tragarme el concierto
La verdad es que noticias así entristecen,... Y me pone de mal humor ver cómo en otros deportes se manejan cifras astronómicas mientras que en el running suceden cosas como estas. Un abrazo, amigo!
ResponderEliminarEs algo que pone de manifiesto la desigualdad que existe en el mundo, mientras unos se dejan la vida en luchar por su sueño, otros con los medios a su disposición se conforman con haber asistido a unos juegos.
ResponderEliminarNo quiero seguir porque ultimamente estoy de muy mala leche en general.
Escuché la noticia por radio y me entristeció mucho..lo que puede costar un sueño, su ilusión era estar en los Juegos de Londres y entrenó duro pero...Un abrazo.
ResponderEliminarMuy triste, es un final trágico e injusto. Mundo absurdo.
ResponderEliminarLo acabo de leer en el periódico... Esta es la triste realidad del atletismo en muchos paises mas allá del escaparate de los JJOO...
ResponderEliminarQué mal cuerpo me dejó leer esta noticia. En todo caso, es un precioso gesto que la compartas aquí, al menos así podemos recordar a Samia como la mujer valiente y luchadora que fue. Por lo que he leído en prensa tuvo que enfrentarse a islamitas radicales, pasó por la cárcel...
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