Vuelta a los ruedos, San Silvestre

En el reparto de santos entre los 365 días del año, al pobre Silvestre, Papa y santo, que dicen que fue, le tocó el último día de todos. Me lo imagino a Silvestre pensando que se quedaba sin día en el santoral, con la misma sensación que tenemos cuándo estamos en una cola para comprar unas entradas, o en la charcutería ese día que hay una oferta de un buen jamón...

Silvestre pensaría, "¿a que para cuando me toque no queda nada para mí?"

Luego llegó 1924, y un grupo de muchachos brasileños organizaron en Sao Paulo una carrera para despedir el año, y qué nombre le pusieron, el del santo de ese día. Es la carrera de fin de año más antigua, hoy en día, aún se celebra, como prueba de gran prestigio internacional sobre un recorrido de 15 km.

Y en 2011 ese mismo día Novatillo volvíó a los ruedos tras un par de semanas un tanto revueltas. De ente el abanico de posibilidades de ese día, eligió hacer doblete. Una San Silvestre mañanera de calidad en el valle de Egüés (5000 metros, con un repecho final de 50 metros al 20%) Mi segunda participación en ella se saldó con un satisfactorio 21'42'' (56 segundos menos que el año 2010).

Por la tarde un fin de año de pachanga por las calles de Pamplona (5000 metros), junto con otros 6.000 corredores, proyectos de corredores y cosas parecidas. A ratos conseguí correr entre la multitud, de los demás ratos, no hablamos...

Quede esta foto escalando el último repecho como testimonio gráfico de mi vuelta a los ruedos. Para los no entendidos, soy "la de rojo" de las trenzas. Y lo que hay a mis pies, es el repecho del 20%.

PD Os debo mi crónica de la media maratón de Pisa. Os adelanto será, larga concreta y llena, llena de fotos. Y con final feliz...